Por El vigilante:
Mick Garris se ha convertido en el máximo representante de Stephen King dentro del cine. Esta significa su cuarta colaboración con el rey del terror, a las que en breve se unirá el filme “Desesperación”.
Esta peculiar alianza que King ya ha compartido con otro director más o menos televisivo como es Graig R. Baxley (Rose red, la tormenta del siglo, Kingdom Hospital) ha dado frutos irregulares pero en el fondo muy cercanos al particular concepto que tiene King de lo que tiene que ser una fiel adaptación de sus libros.
Mick Garris empieza su carrera dirigiendo dos episodios de “Cuentos asombrosos” y debuta en el largo con buen pie, ya que lo hace con una secuela de una película con algo de éxito, como es “Critters” y con una futura estrella: Leonardo Di Caprio.
“Critters 2” no deja de ser una secuela algo sosa, pero algunas escenas de humor macabro alegran el conjunto y la convierten en un pasable entretenimiento.
Dos años más tarde se atreve a rebuscar en la infancia de Norman Bates en “Psicosis 4”, y aunque el resultado no es del todo malo, queda a bastante distancia de las dos partes anteriores.
En 1992 rueda sobre un guión original de King “Sonámbulos”, quizás su mejor película hasta la fecha. Una raza de seres sobrenaturales busca a una virgen para mantener su especie. Son dos seres que adoptan el aspecto humano de una madre y

un hijo, pero en realidad son amantes, y el incesto y la fatalidad impregnan una gran primera media hora de película.
Pienso que de haber mantenido el nivel de ese primoroso arranque estaríamos hablando de una de las grandes cintas de terror de los últimos lustros y de una gran película en general.
Lástima que el guión se torne facilon y el final no pase de ser un mero enfrentamiento contra los típicos bichos, aunque eso si, bien rodado y rematado.
En ninguna de sus películas posteriores Garris ha vuelto a demostrar tanto talento, sólo pinceladas y un buen trabajo de artesano, lo que tampoco es moco de pavo.
Y es que hay que quitarse el sombrero ante Garris por lanzarse en un proyecto de la envergadura de Apocalipsis “The Stand”, un novelón largo y complicado al que el formato de mini-serie lo convirtió en todo un éxito en los video-clubs (Trescientas pelas por un montón de horas de película)
Es una aceptable adaptación y recoge genuinos toques del universo de King: Atmósfera, obsesión por la muerte, sueños y dudas existenciales.
Buen trabajo de todo el reparto y excelente banda sonora, que en el caso de Garris da la sensación que él mismo elige algunas canciones para sus filmes, por que en casi todas sus películas hay excelentes bandas sonoras.
Luego rueda la segunda versión de “El resplandor”, que a King le gustó mas que la de Kubrick. Vale, es más fiel al libro, pero las apariciones fantasmales y los baratos efectos digitales le hacen perder muchos enteros y no logran el efecto deseado.
Ahora llega esta adaptación de la mini-novela “Montando en la bala” (Riding the Bullet) titulada aquí “Viaje a las tinieblas” y que en un principio se tenía pensado estrenar en salas de cine.
Viendo el resultado final creo que acertaron con la elección, por que desde luego este “Viaje” no hubiera si

do un taquillazo, ni muchísimo menos.
La película narra el viaje iniciatico que hace un chaval por las carreteras de Maine al encuentro de su madre, que agoniza en un Hospital.
El libro no era bueno, por lo que otra vez hay que felicitar a Garris por lograr cierta coherencia narrativa y algunos pasajes visuales de apreciable interés.
Y digo solo cierta coherencia por que también hay un exceso de imaginaciones virtuales por parte del protagonista. Ejemplo: El prota mata a alguien por que tiene ganas de hacerlo pero luego se da cuenta que se lo ha imaginado.
En los libros de King esto es una constante y uno de sus grandes aciertos, pero en una película, cuando se repite más de tres veces, se pierde todo el elemento sorpresa y te da igual lo que pase a continuación.
Es una cinta extraña y mucho más cercana a los libros de King de lo que un aficionado a sus otras películas podría imaginar, pero poco más se puede hacer partiendo de un material original que no era gran cosa.
Ah, y como no, buena B.s.o.
Puntuación: 5